Los tumores malignos tienden a crecer en cuestión de meses. Estos bultos o bolitas pueden tener un crecimiento más rápido en comparación con los tumores benignos, los cuales pueden crecer lentamente e incluso tardar años en hacerlo. Considerando que un tumor es una masa anormal que se forma cuando las células del cuerpo se dividen y se multiplican de manera excesiva, es importante consultar con un especialista al momento de su detección.
Algo muy importante que debes saber es que cuando se forma un tumor maligno, existe la posibilidad de que las células cancerosas se separen y lleguen al flujo sanguíneo o al sistema linfático, por lo que es esencial enfocarse en la prevención y realizarse exámenes para detectar cáncer ante la primera sospecha. Te explicamos un poco más.
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Los tumores se forman a partir de una proliferación descontrolada y excesiva de células en el organismo, y necesitan nutrientes y oxígeno que obtienen de la sangre para crecer.
El tumor emite señales que hacen que se formen más vasos sanguíneos y, al mismo tiempo, los inhibidores de la angiogénesis (también conocidos como antiangiogénicos) detienen este crecimiento de los vasos sanguíneos.
Estos procesos están relacionados con cómo el tumor se alimenta y se desarrolla en el cuerpo.
El dolor puede ser resultado directo del cáncer. Sucede cuando el cáncer crece y daña los tejidos cercanos. De acuerdo con Mayo Clinic, conforme el tumor crece, puede apretar los nervios, huesos u órganos, generando molestias.
Además, el tumor puede liberar sustancias químicas que provocan dolor. Es importante tener en cuenta estos aspectos si estás experimentando dolor y tienes preocupaciones sobre posibles síntomas de cáncer.
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Existen ciertos factores que pudieran provocar la aparición de tumores malignos. Si has estado o sueles estar expuesto a uno o más de estos agentes, acude a hacerte estudios para detectar cáncer para descartar cualquier posibilidad.
El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de boca, garganta, esófago, hígado, colon y cáncer de mama.
Fumar tabaco es uno de los principales factores de riesgo para varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas, entre otros.
La exposición prolongada y sin protección a la luz solar y a los rayos ultravioleta puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma y otros tipos de cáncer cutáneo.
Un sistema inmunológico debilitado debido a enfermedades, medicamentos o condiciones médicas puede aumentar la susceptibilidad al desarrollo de cáncer.
Antecedentes familiares de cáncer o ciertos problemas genéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer en individuos.
La obesidad y el sobrepeso están relacionados con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, como el cáncer de mama, colon, riñón, esófago y páncreas.
La exposición a la radiación ionizante, ya sea por tratamientos médicos pasados o exposición ambiental, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Infecciones por ciertos virus, como el Epstein Barr, virus del papiloma humano (VPH), virus de la hepatitis B o C, virus linfotrópico de células T humanas o poliomavirus de células de Merkel, pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Hay varias pruebas que ayudan a detectar el cáncer. Las pruebas de ultrasonido, las de rayos X, las tomografías axiales computarizadas o las resonancias magnéticas son las más comunes.
Por otro lado, hay tipos de cáncer que no se pueden detectar a través de la presencia de tumores palpables, como el cáncer de próstata o la leucemia.
Por ejemplo, cuando hay sospecha o se quiere prevenir el cáncer de próstata, se puede detectar a través de un examen de sangre, mientras que, en el caso de leucemia, se detecta mediante una punción de médula ósea.
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Recibe cada semana un correo con noticias y temas de interésEl sarcoma de tejido blando es una enfermedad en la que se crean células cancerosas en los tejidos suaves del cuerpo. Estos tejidos suaves ayudan a unir, sostener y rodear nuestros órganos y otras partes del cuerpo, ya que están hechos de una combinación de hueso y cartílago. Si tú o un ser querido tienen sospecha de Sarcoma es importante que se realicen exámenes para detectar cáncer lo antes posible.
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Para prevenir el cáncer de testículo es importante llevar un estilo de vida lo más saludable posible. Esto significa incorporar hábitos como hacer ejercicio, mantener una alimentación equilibrada, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol. Además, es fundamental autoexplorarse regularmente para detectar cualquier cambio o síntoma inusual en tu cuerpo, y si detectas algo es crucial acudir con un especialista y realizar exámenes para detectar cáncer.