Al recibir un diagnóstico de cáncer de mama, tu vida cambia de un día para otro. De repente, tu rutina diaria se ve alterada por citas médicas, tratamientos y un sinfín de emociones encontradas. Es normal sentirse abrumada, asustada o incluso enojada; sin embargo, aunque no puedas controlar el diagnóstico, sí puedes tomar acción para reducir el impacto emocional en tu día a día.
Afrontar el diagnóstico de cáncer de mama no es solo un desafío físico, sino también un viaje emocional que requiere comprensión, aceptación y apoyo. La batalla contra esta enfermedad va más allá de las consultas médicas y los tratamientos. Es una travesía que también demanda fortaleza mental y apoyo psicológico.
El cáncer de mama sucede cuando las células de la mama se multiplican sin control. Afortunadamente, gracias a tratamientos personalizados y a un mayor conocimiento de la enfermedad, la tasa de supervivencia ha aumentado y el número de muertes asociadas con este tipo de cáncer se ha reducido.